La verdad es que no parece gran cosa dado que hoy en día cualquiera puede tener un mapa de Marte con mejor resolución que los mapas de algunas regiones de la Tierra. Y sí, poner un pie en la Luna fue una hazaña, pero ahora mismo en Marte hay gente jugando con coches teledirigidos, o naves espaciales que cuentan sus experimentos por Twitter. Vale que a veces los cálculos fallen, o que en Marte la cobertura no sea del todo buena, pero se puede decir que tenemos el Universo a la vuelta de la esquina. Con todo esto, haber llegado a la Luna parece un poco más dificil que coger el metro en hora punta.
Nada más lejos de la realidad. Hace 40 años la humanidad llegó a la Luna en algo parecido a una furgoneta con una calculadora acoplada. Y fueron capaces de volver, eso es algo asombroso.
La idea de escribir esto, es que estaba buscando una funciones en el manual de mi calculadora (una Casio fx-3650p, nada espectacular) cuando di con sus especificaciones. Luego me dio por buscar las características del "ordenador" de las naves Apollo y resulta que mi calculadora de 15 € le da patadas en el culo.
Las naves Apollo fueron las primeras en utilizar sistemas con circuitos integrados. Maravilloso, pensaréis, pero esos circuitos integrados son los mismos sistemas avanzadísimos que podemos encontrar hoy en día en una lavadora. Por comparar, aquellos sistemas tenían unas 5600 puerta lógicas, cuando un procesador de hoy en día tiene del orden de cientos de millones de transistores. Su memoria RAM era de unos 4 KB, 2 kibiwords donde cada kibiword son 1024 palabras y cada palabra tiene 16 bits, 15 de datos y uno de paridad para reconocimiento de errores. Su memoria ROM, es decir donde realmente iba todo lo necesario para calcular la llegada a la Luna y la vuelta a la Tierra era de unas 36 kibiwords, eso hacen unos 72 KB. Toda la información la manejaban con circuitos lógicos, es decir no había un microprocesador tal y como lo entendemos hoy en día. Y la programación se hacía directamente sobre el cableado del aparato. Claro que tenían un teclado y una pequeña pantalla donde podían meter códigos numéricos que representaban datos y acciones.
Para que nos hagamos una idea, habría sido posible enchufarle un iPod al módulo lunar que usaron y le habría sobrado tanta potencia de cálculo que podrían ir y venir viéndose una peli.
De todas formas eran otros tiempos. Parece ser que la NASA hoy en día usa en sus "aparatitos" sistemas más o menos obsoletos, por aquello de que están perfectamente probados y se considera que la mayoría de sus fallos son conocidos y por tanto predecibles. También utilizan sistemas redundantes y lenguajes de programación que minimizan los fallos como Ada.
Por tanto, ¿cuánto hemos avanzado en 40 años? Mucho. Tanto que ya hay virus informáticos terrestres en la Estación Espacial Internacional.
NOTA: En la Wikipedia hay más información sobre el AGC (Apollo Guidance Computer).